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Una vez los palets llegan nuestros trabajadores proceden a la clasificación, separando los palets por su calidad, tipología y los desperfectos que se detecten de estos.
Cuando ya están clasificados se procede a la reparación del palet, para esto primero se examina la tipología del palet, se identifica y se sustituye aquel elemento que presente algún desperfecto dejando el palet en perfecto estado para ser apilado y almacenado.
Todo aquel palet que no se pueda reparar se procede a realizar el desmontaje, ya que su reparación no es viable. Cuando realizamos el desmontaje del mismo guardamos las piezas que están en buen estado para así poder reutilizarlas, pudiendo colocar las piezas en otro palet o realizando hasta muebles. Pero si no se puede reutilizar para ninguno de estos casos entonces se determina si son apropiados y se procede a la gestión de los mismos como biomasa, valorizando este residuo.
Una vez se a realizado la reparación de estos se apilan y se llevan a la zona de almacenaje, donde están colocados en función de la tipología, las medidas y si están reparados o aun están pendiente de ello. Si los palets llevan tratamientos estos van a una zona en la que solo hay palets con este tratamiento.